Pasan muchas cosas negativas cuando quieres dar el 100 %, también pasan cosas buenas, pero el asunto es que no es sostenible.

Va a haber un momento en el que te canses, en el que el cuerpo pida un descanso o tus hormonas pidan un descanso, la fisiología pida un descanso, el estado cognitivo, psicológico pida un descanso también. Y quien lo trata de hacer hay un momento en el que quiebra y puede pasar a cosas mayores.

Supongamos que hago todo al 100 y tengo mucho estrés, y el estrés no va a dejar que funcione bien hormonas de mi cuerpo, porque va a haber mucho cortisol y el glucagón no va a empezar a funcionar adecuadamente, la melatonina tampoco.

Entonces no voy a poder descansar, no voy a poder quemar grasa, voy a retener líquidos, entonces por mucho que haga todo al 100 no es tan conveniente.

Muchos empiezan a romper la dieta y es algo normal porque si no tengo tiempo, pues no voy a poder comer todas mis comidas o no pude hacer mis comidas y compro algo en la calle.

Si estoy estresado, puede ser que tenga un desajuste de hormonas, de grelina, de leptina y empiece a tener antojos o que empiece a tener poca saciedad y tenga que comer más.

Mujeres que a lo mejor tienen problemas menstruales, que no son regulares, etc., también pueden tener este tipo de problemas con la alimentación, que a veces sí les da hambre, a veces comen mucho, a veces poquito, a veces les dan asco unas cosas, a veces se les antojan otras.

Entonces, la edad también, la menopausia empieza a tener un problema también hormonalmente la mujer; en los hombres, el hecho de que no puedas estar estable con tu trabajo o que no puedas tener esa dominancia a lo mejor en algún tema personal, también causa un conflicto, los niveles de testosterona, o sea, el asunto es que hay muchas variables.

Para poder hacer que algo funcione y cuando queremos hacer el 100 de todo, normalmente no funciona. Es mejor mantener una estabilidad.

Mucha gente llega y me dice: “es que yo podía hacer la dieta muy bien hace unos, unos dos meses y ahorita no puedo, no puedo hacer la dieta. O sea, yo ya sé que tengo que hacer esto, pero se me antojan cosas”.

Y entonces empiezan con problemas de culpa o se sienten mal porque antes no se comían un pedacito de una hamburguesa y ahora sí se comen una hamburguesa y ya no aguantan.

Y el asunto es el problema psicológico que causa hacer las cosas al 100 % todo el tiempo. Tenemos que tener esa…, no ser tan duros con nosotros mismos de que todo tiene que ser al 100%.

Ni en la pareja pasa el 100%. También hay peleas, hay discusiones, pasan cosas y es 80/20.

Quien aprende a llevar el 80/20 mejor en su día a día, en la alimentación, entrenamiento, descanso, suplementación, etc., es más sostenible y es mejor pasar 12 meses 80/20, que 2 meses al 100, 3, meses al 20 y luego otra vez un mes al 100, y entonces tienen altas y bajas, y pasan 2 años y nada más han mejorado poquito o nada.

Todo mundo tiene un punto de quiebre en la dieta, todo mundo.

Que si el azúcar, que si la sal, que si como mucho, que si como poco, que si me lleno, que si salgo de viaje, que si no tengo tiempo, que si no me gusta comer esto, que si me cuesta cocinar, que si bla, bla, bla.

¿Y cuál es la solución? ¿Cuál es la solución cuando yo quiero estar estable en la dieta? Lo primero que debo hacer es que no puedo hacer todo al 100%.

Por eso existe el cheat meal, por eso existe la comida trampa, porque es algo más llevadero. Yo puedo hacer dieta de lunes a viernes, pero cuando es sábado ya tengo el cheat meal.

O sea, ya puedo agarrar y decir ahora sí me puedo comer una hamburguesa, me puedo comer un helado, una pizza, mis palomitas con nachos en el cine, mi Ice, no sé, lo que sea, ¿no? Y es sostenible porque después de eso yo me puedo otra vez adaptar a mi dieta, tanto psicológicamente, como fisiológicamente, como hormonalmente.

Si sacamos las cuentas de todo el mes, de los días, pues es el 80% que estoy haciendo bien la dieta y el 20% no.

¿Qué pasa si yo de repente no aguanto y me como un chocolate? No va a nada pasar que me coma un chocolate. Lo que va a pasar es que yo tenga la culpa de comerme el chocolate.

Porque la culpa de comerme el chocolate va a hacer que yo me ponga a hacer más cardio, o va a hacer que deje de comer carbohidratos, o me voy a sentir mal conmigo mismo y en vez de tener pensamientos positivos, voy a tener pensamientos negativos, o voy a querer hacer un ayuno.

“No, no me voy a comer tales comidas, porque ya me comí el chocolate y para compensar”. O me voy a ir a querer meter una chinga muy fuerte en el gimnasio. O voy a dejar, de que, no sé, tomar los suplementos porque pienso que a lo mejor eso me puede causar tal cosa.

O, “no, me voy a tomar dos quemadores más hoy, ¿no?, dos quemadores y me voy a tomar más L-carnitina y me voy a tomar no sé, más no sé qué. Y vi un suplemento que te ayuda a bajar y que es bloqueador de carbohidratos y me lo voy a chingar porque me comí un chocolate”.

O sea, empezamos a hacer cosas que no son las adecuadas por culpa.